Un peligro silencioso para la civilización

 

Un peligro silencioso para la civilización  

El mercurio es tóxico tanto para los humanos como para los ecosistemas. El aumento de las concentraciones de mercurio en la superficie de nuestro planeta se relaciona con la creciente industrialización y urbanización. Tal y como se apunta en la publicación, las actividades mineras y de generación de energía a través de combustibles fósiles serían las responsables de al menos la mitad de las emisiones mundiales de mercurio de la actualidad. Estas serían, pues, emisiones modernas, pero también existe el mercurio procedente de actividades humanas del pasado, como las de los mayas.



El uso frecuente y generalizado de mercurio por parte de los mayas habría supuesto un gran peligro para su salud. El envenenamiento crónico por mercurio puede producir daños en el sistema nervioso central, en los riñones y en el hígado. También ocasiona problemas de visión, de audición, de salud mental y parálisis. El síndrome metabólico, que se manifiesta con obesidad, también es una de las consecuencias del envenenamiento por mercurio.

Precisamente esto último parece ser que fue lo que sufrió Sol Oscuro, uno de los últimos gobernantes mayas de Tikal, a juzgar por las representaciones que de él se hicieron, pues todas lo mostraban como una persona con obesidad.

"Llegamos a la conclusión de que incluso los antiguos mayas, que apenas utilizaban metales, hacían que las concentraciones de mercurio fueran muy elevadas en su entorno. Este resultado es una prueba más de que, al igual que nosotros vivimos hoy en el "antropoceno", también hubo un "antropoceno maya" o "mayaceno". La contaminación por metales parece haber sido efecto de la actividad humana a lo largo de la historia", dijo el Dr. Tim Beach, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Texas en Austin.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario